TRENES, HOSTELES Y DISCOTECAS... DÍA 7 (LLEGAMOS A PRAGA)
TRENES, HOSTELES Y DISCOTECAS...
Os conté en la entrada anterior que habíamos decidido quedarnos una noche más en Viena... pues bien, casi perdemos el tren a Praga, de puro milagro: nos despertamos tarde, teníamos que coger dos metros (de los cuales, perdimos uno...) hacia la estación central de Viena, no encontrábamos nuestra vía... en fin, que llegamos corriendo y sudando junto a una manada de japoneses cinco minutos antes de la salida...
Salimos a dar una vuelta por Praga aunque sin ir a ningún lugar concreto, cambiamos unos pocos de euros y nos fuimos al hostel a cenar para coger fuerzas para lo que se nos avecinaba en la noche fiestera 1 de Praga. Cenamos, cogimos el último metro, que sería sobre las 11, y nos dirigimos a la discoteca Karlovy, de la que teníamos alguna que otra referencia, no sin antes echar unas fotos desde la orilla del río a la Praga nocturna e iluminada. Llegamos a la discoteca y nos pusimos a la cola, nos cachearon y entramos, previo pago de 380 coronas, unos 6,5€, dentro conocimos a un madrileño que estaba de vacaciones con un amigo checo, nos fumamos un puro a su salud y unas cervezas y decidimos pasadas las 4 irnos al hostel, no recuerdo como pero llegamos, nos dormimos esperando a Praga, donde lo mejor estaba por llegar...
Os conté en la entrada anterior que habíamos decidido quedarnos una noche más en Viena... pues bien, casi perdemos el tren a Praga, de puro milagro: nos despertamos tarde, teníamos que coger dos metros (de los cuales, perdimos uno...) hacia la estación central de Viena, no encontrábamos nuestra vía... en fin, que llegamos corriendo y sudando junto a una manada de japoneses cinco minutos antes de la salida...
La verdad es que el tren iba prácticamente vacío y pudimos tumbarnos en dos asientos sin problemas aunque no nos dormimos... bueno todos sabéis ya quien era el que dormía no? Efectivamente...
Después de unas tres-cuatro horitas llegamos a Praga, y lo primero que hicimos fue ir al hostel, el cual estaba en los suburbios de Praga, un barrio que era el típico de pasar droga... claro fuimos a lo barato... jaj.
Eso sí del hostel ninguna queja, nos dejaron llaves de la puerta de fuera (ya que era un piso con habitaciones), el check-out era a la hora que quisieras, eran habitaciones privadas... Comimos y pasada media hora la habitación, sin saber como, presentaba este aspecto:
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