DÍA 8

Amaneció un día soleado en la bella Praga, una ciudad "vieja", con grandes historias a sus espaldas, y por supuesto, esperando la nuestra. Llegamos sobre las 10 AM a Museum y nada más salir de la boca de metro vimos la Wenceslas Square (nada que ver esta plaza por el día que por la noche) y la gran cantidad de gente que había a ambos lados de la calle, vimos que, casualmente había un mercadillo en la parte central, por lo que estaba aún más repleto. El ambiente de mercado medieval que se respiraba junto con la cantidad de edificios históricos que te encuentras caminando en esta ciudad es una mezcla que os recomiendo.

Después de recorrer Wenceslas Square de arriba a abajo nos dirijimos a Old Town Square, a ver el famoso reloj astronómico de Praga y nos quedamos esperando a que dieran "en punto" para ver lo que sucedía con el reloj, sinceramente nos decepcionó un poco el "espectáculo", eso sí el reloj, al igual que la plaza entera, es increíble, está todo bañado en oro, todo dorado, los edificios son espectaculares y pases por donde pases te encuentras algo diferente...  la plaza es un oasis para los viajeros cansados de las calles de Praga. Se encuentra entre varias iglesias,y podemos encontrar la torre del Ayuntamiento viejo que ofrece una vista panorámica de la Ciudad.

Nos tomamos unos minutos en la plaza y estuvimos sentados a la sombra un rato apreciando la plaza, poco después nos dirigimos dirección Teatro Nacional pero estaba en obras, una pena, así que no pudimos casi ni hacer unas fotos... Decidimos dejar el puente de Carlos para después, y decidimos ir a comer a Petrinske Sady (un parque dónde había una torre y unas vistas de la ciudad estupendas), aunque un suceso extraño se nos presentó cruzando el río... Vimos a lo lejos acercarse un par de coches de policía y una ambulancia, un poco más adelante vislumbramos un hombre calvo, con los cascos puestos y una litrona de cerveza de la mano; estaba apoyado en la barandilla del puente pero por fuera, cosa que nos extrañó y decidimos una vez que la policía llegó al lugar quedarnos por si se le ocurría saltar... Pasados unos minutos el hombre comenzó a bailar sin agarrarse mientras un hombre de la policía intentaba hablar con él y convencerle de que saliera de ahí. Poco después vimos como se acercaba otro coche de policía, pero este pasaba de largo y se dirigía a Strelecky ostrov (una "isla" en uno de los puentes dónde se podía alquilar hidropedales para estar en el río...), dónde los policías se hicieron con un hidropedal y se aproximaron al lugar por si al hombre se le ocurría saltar... Finalmente y tras unos minutos de tensión pensando en irnos y dejar al pobre hombre allí, ví como sin pensárselo dos veces saltó al río, y como después de caer y asomar su cabeza no podía casi ni mantenerse a flote, y gracias a que estaban allí los policías con el hidropedal, no se ahogó... Os dejo unas fotos de la experiencia:





   


Impactados y sorprendidos por "el suicida" nos dirigimos a Petrinske Sady, subimos arriba del todo y comimos sentados en la hierba admirando las vistas de la ciudad, después de comer Pedro se echó la siesta, hicimos unas fotos y nos dirigimos al Castillo de Praga y al Kings Garden, nos quedamos gratamente sorprendidos e impresionados con los jardines y el castillo, parecía una ciudad pequeña dentro de la propia Praga, tenía su propia guardia (tipo inglesa, de esa que no se pueden mover aunque hagas el payaso...), nos sentamos frente al Castillo 10 largos minutos vislumbrando el sorprendente trabajo arquitectónico y la preciosa fachada gótica de este Castillo... hay que destacar que se encuentra en una de las partes más altas de la ciudad por lo que te encuentras unas vistas increíbles de la ciudad...












Después de hacer estas fotos y de subir las escaleras de la primera imágen (que cansan bastante, todo hay que decirlo) bajamos hacia el Charles bridge, el famoso puente de Carlos; te encuentras gran variedad de imágenes religiosas esculpidas en el mismo material que el puente, además te encontrabas artistas repartidos a lo largo del puente haciendo fotos, caricaturas, vendiendo artesanía, candados (ya que el puente estaba lleno de candados "del amor")... Cruzamos el puente y pudimos ver unas grandiosas vistas del río que junto al verde de los parques y los grandiosos edificios hacían conjuntamente una imagen de las que no se olvidan fácilmente...


                                           






Después de estas fotos y de ver el puente en su máximo esplendor decidimos comprar la cena y volver al hostel después de un duro día en el que habíamos pateado Praga de norte a sur y de este a oeste... aunque volviendo al hostel nos encontramos con un muro muy peculiar en el que había tizas para escribir lo que quisieras, estaba cerca del John Lennon Pub, dejamos nuestra rubrica y nos fuimos a descansar esperando que llegara el día siguiente...